En pleno auge de la tiranía presidida por Rafael Leónidas Trujillo Molina, justo el 28 de octubre de 1945, fue creada la Asociación Dominicana de Ingenieros y Arquitectos (ADIA), que representaba a los ingenieros civiles, topógrafos, de caminos, puentes, constructores, arquitectos y prácticos.
Con su nacimiento, esta asociación se convirtió en la primera institución de profesionales en la República Dominicana con vivencia en un escenario político extremadamente difícil y riesgoso, en el cual las acciones reivindicativas de corte laboral y de otras naturalezas estaban vedadas por el régimen que gobernaba al país.
Empero, tras la desaparición del gobierno que dirigió los destinos nacionales durante 31 años, se produjo un despertar colectivo de la clase trabajadora, profesionales liberales y de otros sectores sociales del país que procuraban agruparse para reclamar sus derechos y conquistas laborales y otras sentidas, pero ausentes, reivindicaciones sociales.
En esta coyuntura, como es lógico advertir, los principales actores creadores del ADIA, tomaron la decisión de dar los pasos primarios y necesarios para transformar esa entidad en un Colegio de Profesionales que agrupara a los ingenieros civiles, agrónomos, químicos, topógrafos, electromecánicos, industriales, arquitectos y agrimensores.
En ese tiempo, la ADIA estaba dirigida por el arquitecto Rafael Tomás Hernández Ramos. Además, entre los dirigente se encontraban el ingeniero Osvaldo Oller, arquitecto Manuel Baquero (fallecido), los ingenieros Rafael Vinicio Matos Peralta, Nelson Pellerano (fallecido) y Luís Martínez Quiroz, entre otros.
En este sentido, al no existir normativas, antecedentes, ni experiencia en la materia en el país, se procuraron orientaciones al respeto en instituciones de esta naturaleza en otras naciones, y con ellas se establecieron las estructuras jurídicas que les fueron entregada, en 1962, al licenciado Rafael F. Bonelly, presidente del Consejo de Estado, gobierno de transición que regía los destinos nacionales tras el desplazamiento del poder del Estado del régimen que dirigió el destino nacional durante 31 años.
Tras muchas diligencias y cabildeos ante el Consejo de Estado, éste aceptó promulgar la Ley de creación del Colegio, poniendo como condición la firma de una Acta en el Palacio Nacional, donde los representativos de los grupos profesionales aceptaban la estructura jurídica de la nueva institución, por lo cual el 11 de Enero de 1963 se promulga la ley que crea el Colegio Dominicano de Ingenieros y Arquitectos. Pocos días después a solicitud de los agrimensores, se modificó el artículo primero de la Ley 6160 promulgando la Ley 6201 para incluirlos.